Archivo | octubre, 2011

Antes de la lluvia

24 Oct

¿Sabes? Hoy ha llovido. Y como cada vez que llueve no puedo evitar acordarme del pasado, y con él todo lo que conlleva.

Llega un momento, generalmente con las primeras gotas, en que los recuerdos te desbordan. El muro de contención que estabas construyendo poco a poco se ve roto por las mismas aguas que trae el cielo. Una tras otra llegan oleadas de gotas que inundan la vista y hacen mirar atrás.

Creo que no estaba preparado para echarte de menos. Todo vino tan de repente que no tuve ni tiempo de asimilarlo. De un día a otro todo el mundo que habíamos creado se desmoronó y no dejó piedra sobre piedra. Piedras que al pisarlas dejan atrás un olor a lluvia y a nostalgia mientras paseo por un bosque oscuro, antaño lleno de color y vida.

Gota, gota, gota. Golpean en mi cristal mientras con un café en la mano y una tristeza en los ojos miro la calle. Me encanta la lluvia, pero odio no compartirla contigo.

Hace meses, unos cuantos ya, dije que te añoraría cuando me fuera, cuando desapareciera de esta ciudad que a veces me parece pequeña y otras insultantemente grande. Hoy…bueno, no puedo negar que te añore, porque no soy de los que se engaña a sí mismo, pero este sentimiento se junta con otros contrarios, quizá por tus reacciones, quizás por la falta de ellas. Justo cuando crees que has conocido a alguien en quien puedes apoyarte, se va y te deja sin abrigo bajo este temporal.

Dime dónde puedo ir a buscar lo que estaba antes de la lluvia.

http://www.youtube.com/watch?v=UyNczGbeYss

En el camino

15 Oct

El Rey Transparente había sido desterrado.  Se vio obligado a escapar de su castillo como un vulgar delincuente. Por la parte trasera de la muralla y entre frías lluvias y oscuras lunas. No tuvo más remedio que ir hacia el este, a donde sus pasos le llevaran y allí donde nadie le conociera.

Y andó, como nadie había andado antes, como nadie le había enseñado nunca, a donde ningún otro de su reino llegó jamás.

En el camino no faltaron personas que le acompañaran. A pesar de que no supieran quién era o qué había sido antes de ser desterrado. Y él no decía nada. No quería ser recordado por ser Rey, quería empezar de nuevo, volver a aprender, a sentir los conocimientos penetrar en sus entrañas como la ponzoña. Quería renacer, volver a sentirse humilde. Y volvió a pensar por sí mismo, a crear con sus manos, a caminar sobre sus propios pies.

De vez en cuando encontraba una pequeña caravana de mercaderes, y compartía un trecho a caballo. Mutuos favores se hacían unos a otros, cobijo a cambio de una espada para defenderse, un arco para cazar a cambio de una hoguera en la que calentarse cuando lloviera.

Los días transcurrían, las semanas fluían y los meses seguían pasando, como una niebla que ocupa toda la mente, un sentimiento de fuerza se apoderaba de su ser. Y siguió adelante, atravesando países, conociendo ciudades desconocidas hasta entonces para él. Atravesó el territorio franco, las repúblicas que actualmente conforman Italia, los países germanos. Cruzó ríos, se maravilló con los impresionantes paisajes que dejaba atrás, y durante todo un verano creció como persona.

Adentrándose en el otoño, y cerca de las fronteras del país del frío eterno, sintió cómo un fuerte dolor le invadía el pecho, y cómo sus ropajes se teñían con un rojo oscuro. Se desmayó sobre las hojas sin saber por qué su corazón había dejado de funcionar en ese momento, por qué sus fuerzas le habían abandonado, y por qué las antiguas heridas de batalla habían vuelto a sangrar.

Pasó encima de un lecho de hojas días, semanas, o puede que fueran horas, no lo podía saber. Pero sólo recuerda que al abrir levemente los ojos vio una cabellera morena y ondulada, acompañada de unos ojos marrones. No sabía quién era, de dónde venía o cómo se llamaba, pero supo que podía confiar, otra vez, en que había un futuro por delante.

iReflections

6 Oct

Estaba a punto de irme a la cama cuando conecté mi Twitter una última vez y vi en los TT que la gente ponía: «RIP Steve Jobs«. En un principio tengo que afirmar que no lo creí. Pero al abrir la página oficial de Apple no tuve más remedio. Un cáncer se llevaba a un genio. Un cáncer destruía 56 años de vida. Un cáncer acababa con un maestro.

Este mediodía, he estado leyendo un artículo de Applesfera y he de reconocer que me ha inspirado. Así que voy a escribir un poco sobre mí, un poco sobre Steve.

No se pueden conectar los puntos hacia adelante; sólo puedes hacerlo mirando hacia atrás. Así que tienes que confiar en que los puntos se conectarán de alguna manera en el futuro. Tienes que confiar en algo, tu instinto, el destino, la vida, el karma, lo que sea. Porque creer que los puntos se unirán te darán la confianza de seguir tu corazón. Esta forma de actuar nunca me ha traicionado, y ha marcado la diferencia en mi vida.

Mirando hacia atrás puedo ver muchas decisiones que he tomado. Algunas entonces parecían buenas, otras malas…y otras sencillamente me han dado la impresión de que las he tomado porque sí. Decisiones que en su día tuve que tomar y que hoy mismo no me arrepiento de ellas, pues no estaría donde estoy.

Si no me hubiera cambiado de instituto entre primero y segundo de cocina, no habría conocido a Paco Morales, y no habría pasado un verano entero entre los fogones de su cocina, además de todo lo que allí aprendí y viví. Si no hubiera conocido a una persona, no habría tenido deseos de viajar a una ciudad en la que comenzó una etapa feliz de mi vida que me marcó. Y así podría seguir poniendo mil ejemplos que, unos con otros, se entrelazan, historias unidas que provocan cambios en el mundo.

Cada mañana me he mirado en el espejo y me he preguntado: “¿Si hoy fuese el último día de mi vida, querría hacer lo que estoy por hacer hoy?” Y cada vez que la respuesta ha sido “No” durante demasiados días seguidos, he sabido que necesitaba cambiar algo.

He de reconocer que no soy de los que se preguntan algo al espejo todos los días. Pero sí que estoy seguro de cuándo algo no funciona en mi vida. Y es entonces cuando sé que necesito el cambio. Puede ser una persona, puede ser un lugar o una situación. Pero casi instantáneamente puedo detectar el momento exacto en el que dejé de sentirme maravillado ante cierta acción, persona o cosa. Y es en ese momento cuando hay que cambiarlo.

Puedo saber exactamente en qué momento dejé de confiar en cierta persona, y poder hablar con ella para ver qué ha pasado o qué se puede hacer para solucionarlo. Puedo comprobar en qué instante una canción deja de inspirarme, deja de tener ese ‘nosequé’ que me ayuda a llenarme de energía. Y buscar nuevas canciones.

Tu tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida de otro. No te dejes atrapar por el dogma que implica vivir según los resultados del pensamiento de otros. No dejes que el ruido de las opiniones de los demás ahogue tu propia voz interior. Y lo que es más importante, ten el coraje de seguir a tu corazón y tu intuición. De algún modo él ya sabe lo que realmente quieres llegar a ser. Todo lo demás es secundario..

En parte (una grande) no soy conformista. No me gusta algo porque sí. Y mis ideas tienen razón de ser. Además de que cuando sé lo que quiero voy a por ello hasta que lo consigo. No importa si es una acción, un problema o cualquier otra cosa. Sé lo que quiero. Y muchas veces sé cómo conseguirlo.

Además, como he dicho más arriba, me fío mucho de mi corazón y de mi intuición. Si siento que una persona va a ser importante en mi vida, voy hasta el final del mundo por ella. Si siento que alguien me va a hacer daño (nada más conocerlo, ojo) intento no apegarme mucho. Todos tenemos errores, pero el verdadero éxito consiste en saber curarse de ellos.

 

Y con esto mis iReflexiones. Steve, gracias por haberle traído al mundo un nuevo Renacimiento. Y no sólo tecnológico. Sino intelectual, ideal, artístico, global.

Requiem aeternam dona ei  Domine. 

Et lux perpetua luceat ei. 

Requiescat  in pace.

Amen.